viernes, 20 de marzo de 2009
...b.a.s.u.r.a...
historias, crónicas, cuentos y demás...
Construyendo su vida de falsas fantasías
ilusiones y mentiras.
Embriagándose de labios que pasaron,
por los suyos, fugaces...
Idiotamente convirtiéndose en esclavo de esos besos anónimos.
Idiotizada por caricias fugaces,
miradas ocultas, pensamientos absurdos,
absorbidos por la conciencia,
olvidados entre semanas y revividos en los fines de esta.
Basura muerta de lunes a viernes,
y recordada de sábados a domingos...
Una basura que fue usada y desechada,
pero no se preocuparon de botarla bien en el papelero del hospital
... sino que la dejaron a su suerte...
ja...a su suerte...
Basura que se dedicó a vagar por las calles,
ella sola y olvidada...
En Busca de una Historia que absorber y un beso que la embriague otra vez...
...E.N.D.O.G.E.N.O...
Puedes escuchar con claridad, si pones atención, un pequeño zumbido que va creciendo por las noches cuando todo deja de funcionar, cuando todos duermen, cuando el mundo mese la cuna que nos adormece noche tras noches
El sonido es arrullador, pero hay ocasiones en las que se vuelve arrollador, como un camión que pasa por sobre tu cuerpo, una y otra vez, como si no se diera cuenta de que estas ahí. El sonido comienza a hacerse aun mas fuerte y pesado y te tapa los oídos, tu corazón late de forma normal pero lo sientes acelerado. Tu cuerpo hormiguea y te das cuenta, de que poco a poco, tu existencia se va haciendo cada vez mas insignificante, como si ya no supieras quien eres o que eres en realidad, como si te costara trabaja entender que eres tu quien esta en medio de esa nada que te envuelve. Te preguntas ¿realmente esto soy yo?, ¿este es mi cuerpo?, ¿esta es mi vida? Y es ahí cuando comienzas a darte cuenta de que en realidad no somos nadie, de que si un día desaparecemos, eso será todo, no habrá vida, no habrá muerte, solo una suspensión de lo que creemos entender como un mero estado dormitativo, sin sueños que soñar.
Tratas de entender, pero estas tan acongojado, tan vacío y a la vez tan lleno de una increíble tristeza, que te es imposible pensar en otra cosa que no sea llorar. Secas tus ojos y al instante las lagrimas los vuelven a desbordar, sientes que el cuerpo te pesa, que el pecho se te caerá y se partirá en mil pedazos y pides al cielo que eso ocurra porque la sensación te es insoportable.
Quedas en silencio, tirado donde estas, no sabes si te caíste, si te golpeaste la cabeza, te desmayaste o que demonios ocurrió contigo, solo sabes que estas tirado ahí sintiendo como si algo faltara en tu pecho, pero se siente bien. Te incorporas, te acomoda la ropa y te miras al espejo. Todo está bien, te sientes alguien en el mundo y comienzas a olvidar lo ocurrido o al menos intentas hacerlo, y en cierta forma lo consigues, pretendiendo creer que todo aquello no ocurrió y no ocurrirá nunca más. Pero lo que no sabes, es que te seguirá ocurriendo, y cada vez será mas fuerte y te tomara mas tiempo reponerte y lo mas probable es que la próxima vez, despiertes en una sucia y maloliente sala de urgencias y te vayas a casa con una cita a la consulta del Señor Gutiérrez, preguntandote, ¿Qué demonios puede hacer él por ti?...
